Balneario Las Grutas, naturaleza virgen

Balneario Las Grutas

Esta villa balnearia ubicada en el Golfo de San Matías, provincia de Río Negro, República Argentina, es un lugar privilegiado donde la Naturaleza se encuentra prácticamente en su estado originario; aguas puras, arena clara y fina y una riqueza paisajística, vegetal y animal que hace de Las Grutas un lugar único.

Este nombre alude a unas imponentes grutas en los acantilados que el mar ha ido excavando pacientemente y que hoy son admiradas por cientos de miles de turistas al año, lo cual ha llevado por otra parte, a una fuerte política conservacionista para evitar daños y preservar el patrimonio declarado Reserva Natural en el año 1993.

Las inmensas y solitarias playas de este balneario atraen al turismo que busca la tranquilidad, pero al mismo tiempo ofrece posibilidades de turismo aventura difíciles de comparar con otros lugares del mundo. Al mismo tiempo, la ubicación septentrional permite gozar durante buena parte del año de quince horas de luz solar al día, que favorecen las actividades deportivas relacionadas con el mar, como el buceo, navegación y pesca: se han clasificado no menos de treinta especies diferentes de peces que utilizan las tranquilas y cálidas aguas de la Bahía San Antonio como lugar de reproducción.

Una de las principales actividades de los habitantes permanentes de la villa es la pesca artesanal de moluscos y pulpitos, aunque debido a la depredación esta actividad se hace cada vez más difícil. La jornada del pulpero comienza muy temprano; él, su mujer, quizás sus hijos, provistos de largos ganchos de hierro, se adentran en la marisma y arrancan el sabroso manjar de entre las piedras.

La marea sube pronto y debido a la particular geografía del lugar el agua alcanza rápidamente una altura de ocho metros, cubriendo playas y restingas. Los pulperos deben retirarse antes de que la marea cubra los senderos; colocan la cosecha de pulpos en unos jaulones que depositan en una gruta llamada “El Sótano”. Allí quedarán hasta el día siguiente, cuando la bajamar les permita regresar por los pulpitos y otras delicias marinas que descubre el agua al retirarse, como moluscos y cangrejos.

No son los únicos que recorren las restingas por la mañana: todo tipo de aves incluidas las migratorias que unen ambos extremos del Continente Americano, desde Ushuaia hasta el Canadá, vienen a hacer sus nidos, alimentarse y juntar fuerzas para el largo viaje que les espera. Por eso Las Grutas integra la “Red Hemisférica de Reserva para Aves Playeras”.

Foto: Panoramio

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