Avistaje de Ballenas en el Océano Atlántico Sur

Avistaje de Ballenas

El avistaje de ballenas es una de las más maravillosas experiencias que puede brindarnos el océano. Hoy existen muchos puntos donde pueden realizarse esta actividad; del clima y de la zona depende qué especie de ballenas haga su aparición, y en qué momento del año.

Uno de los océanos más bellos, y que más posibilidades brindan a este respecto, es el Océano Atlántico. Este océano separa América de Europa y África, y tiene una gran extensión. El Ecuador lo divide a la mitad con su eje: el Atlántico Norte tiene dos masas de agua que hacen que su superficie sea de aguas calientes y saladas, y en las profundidades podemos hallar aguas frías y menos saladas, como las que pueden encontrarse en algunas costas del .

El Atlántico Sur está regido por temperaturas menores en sus aguas, y estas son las que eligen las ballenas para aparearse. Es principalmente en el Atlántico Sur, sobre todo en el sitio donde baña las costas de Chubut, una provincia de Argentina, donde los rituales de reproducción atraen a las ballenas cada año y ofrecen al viajero la oportunidad de vivir una experiencia fantástica y casi mítica.

La temporada de avistaje, en esta provincia, se extiende de mayo a diciembre, y el mejor momento se da entre septiembre y octubre. En esa época, zarpando desde las ciudades de Puerto Madryn, Trelew, Rawson y desde la localidad de Puerto Pirámide (en la Península de Valdés), pueden observarse en mar abierto la llegada de ballenas francas australes y toninas overas para efectuar su rito anual de reproducción.

Para realizar el avistaje, el océano debe encararse saliendo desde Puerto Pirámide. Todas las embarcaciones que realizan estas excursiones están autorizadas por la provincia, quien se asegura que estas no produzcan un impacto ambiental que afecte la fauna marítima de la zona, ni el comportamiento de las ballenas. El recorrido comienza bordeando la costa en diversas direcciones, para después adentrarse en el mar. La primera parada se realiza aproximadamente a dos millas del punto de partida, en un lugar conocido como La Lobería, donde conviven hasta 2000 ejemplares de lobos marinos. En la zona también abundan los cormoranes y otras especies de aves marinas.

Luego de esto, la embarcación se adentra cada vez más en el océano, hasta llegar a un punto clave donde detiene sus motores. Se puede observar desde la borda, entonces, a lo lejos, una gran concentración de aves. En ese momento, una enorme cola plateada y blanca sale al lado del barco, y se escucha el ruido de un cuerpo macizo golpeando la superficie del mar…

El avistaje de ballenas es una experiencia maravillosa que, le aconsejo, no debe perderse.

Foto vía: Ballena Franc

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