Efectos de la inmersión sobre los sentidos

Cuando nos sumergimos bajo la superficie marina nuestro cuerpo y nuestros sentidos han de adaptarse al nuevo medio. Y puesto que estamos adaptando al terrestre, la entrada en el mundo submarino requiere primero que vayamos equipados adecuadamente (hablamos de practicar buceo, no de simplemente sumergirnos durante unos momentos o de «bucear» prácticamente a nivel de superficie).

Veamos ahora cómo afecta la inmersión a nuestros cinco sentidos:

– Vista:

El fenómeno de la refracción de la luz puede afectar a nuestra capacidad para ver una vez que estemos debajo del agua, provocando que veamos borroso. Por ello es necesario llevar máscaras especiales a través de cuyo cristal, fabricado de tal manera que nos ayuda a disminuir los efectos de dicha refracción en nuestra visión. Eso si, también conlleva que no percibamos correctamente la distancia real a la que se encuentran los objetos, efecto denominado «distancia aparente», ni su tamaño.

– Oído:

Se sonido se mueve mucho más rápido en el agua que en el aire, así que una vez sumergidos notaremos que nuestro oído se agudiza y que somos capaces de oír claramente sonidos lejanos. Por otra parte, también es cierto que no podremos situar exactamente desde qué dirección nos llegan dichos sonidos. Eso si, entre las personas que es recomendable que se abstengan de sumergirse en exceso se encuentran las que padezcan de perforación timpánica o cualquier otro trastorno que esté directamente relacionado con el oído.

– Olfato y Gusto:

Tanto uno como otro sentido para poco servirán durante la inmersión. Dentro de la máscara no habrá mucho que oler, por un lado. Por otro ocurre que el nitrógeno concentrado que viene con el aire comprimido actúa como un ligero narcótico que afectará a tu sentido del gusto.

– Tacto:

El sentido del tacto se puede decir que permanece prácticamente invariable, con ciertas salvedades, claro. Hay que tener en cuenta primero que la piel poco poco va perdiendo sensibilidad a causa de la fría temperatura del agua y también que, al cambiar la presión, el tocar, o sobre todo coger cualquier objeto, no será percibido por el buceador de la misma manera que si estuviera en terreno seco.

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