El estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego

Tierra del Fuego

El descubrimiento del Estrecho de Magallanes en 1520 -por Fernando de Magallanes– supuso un cambio radical en el tradicional concepto de navegación marítima. Su existencia significaba una vía de paso por mar hacia las desconocidas «Indias» del Océano Pacífico desde el Océano Atlántico.

Este relevante lugar está situado en el sur de la Patagonia Chilena (y Argentina) y entre la isla grande de Tierra del Fuego -conformado por un archipiélago de islotes conocidos como «El Fin del Mundo«-. Las comunicaciones marítimas mejoraron notablemente el comercio desde Australia y el Lejano Oriente con Europa, a pesar de que cruzar el estrecho no era tarea fácil debido a las dificultades geográficas.

Conscientes del potencial económico del estrecho, se lanzaron en su uso tanto ingleses como holandeses, recurriendo en ocasiones a los mercenarios que atacaban a los buques españoles para saquearles. No obstante, lo abrupto de la zona obligó a evitar esta vía, sustituyéndose por el Cabo de Hornos (situado también en Tierra del Fuego), descubierto posteriormente.

Por ello, en el siglo XIX, el Gobierno de Chile decidió construir grandes faros para iluminar zonas conflictivas del estrecho, favoreciendo una reactivación de la circulación marítima -hasta la inauguración del Canal de Panamá en 1914-.

  • La belleza de los confines del mundo.

El Estrecho de Magallanes es un lugar de extraordinaria belleza paisajística debido a la cercanía existente con la Antártida (polo sur). Aunque sin dudas, la isla de Tierra del Fuego es la que impresiona a sus visitantes. Compartida su pertenencia entre Chile y Argentina, limita con el Océanos Atlántico, el Océano Pacífico y la Antártida. Es evidente que esta combinación sea explosiva, casi onírica. Repleta de bellos ríos y lagos, tiene, además, una parte abundantemente poblada por montañas, extensiones de la mismísima Cordillera de los Andes.

Asimismo, en las partes menos soleadas y altas posee los glaciares más puros que el océano puede ofrecer. Es sorprendente cómo en un clima subpolar oceánico pueda existir una flora tan maravillosa como su entorno. Empero, el clima es hostil ya que presenta cortos y frescos veranos, mientras que el invierno es largo, húmedo y moderado. Llueve abundantemente durante todo el año, de ahí la frondosidad de su vegetación. Por su parte, la fauna es exótica, destacando los guanacos y el cóndor, pero presumiblemente su fauna marítima es excepcional: pingüinos, pinnipedos, leones marinos, lobos marinos, nutrias marinas, toninas y ballenas, entre otros.

Si te apasionan los paisajes de origen marino, sin duda, el Estrecho de Magallanes y su paso a Tierra del Fuego deben ser tus obligados destinos. Una maravilla paisajística sin parangón.

*Más información para cruzar el Estrecho de Magallanes en la web oficial de Tierra de Fuego.

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