Itsukushima, un santuario sobre el agua
Los pueblo insulares tienen una relación única con el mar y quienes no vivimos cerca de él apenas si podemos comprenderla, ya no sentirla. Japón es un archipiélago, un manojo de islas de buen tamaño que forman un territorio largo y delgado caracterizado por costas, bahías y estrechos por un lado, y tierra adentro por altas montañas.
Uno de los lugares mas hermosos de todo el país y donde se ve la relación con el mar es el Santuario Itsukushima, un santuario de la religión sintoísta (la religión nativa japonesa relacionada con la naturaleza) que está situado en la isla de Itsukishima en la prefectura de Hiroshima y a un corto viaje en tren desde la ciudad.
Está literalmente construido sobre las aguas del Mar Interior de Seto, parece flotar cuando hay marea alta y se ve la arena cuando hay marea baja. Está en una isla que ha sido sagrada siempre y que hoy es considerada además un parque natural. Parece que el santuario fue construido en 593 pero figura en documentos solo a partir de unos 300 años después y según unos registros adquiere su estructura actual en 1168 cuando un señor local invierte en el favor de los dioses.
Después de algunos incendios que destruyeron edificios anteriores los que hoy vemos son de 1241 y el gran tori, el portal rojo que parece flotar en el agua ha debido restaurarse muchas veces. Otros edificios de la isla datan de siglos posteriores pero el caso es que con el correr del tiempo la isla fue perdiendo su carácter meramente religioso y se convirtió en un destino perfecto para ver la convivencia armoniosa de una naturaleza sin igual y un puñado de edificios centenarios.
Es una visita que no puedes dejar de hacer si estás en Hiroshima pues si tienes en tu poder el Japan Rail Pass tomas un tren hasta el puerto y ahí mismo trepas a un ferry (sin pagar nada) que te cruza hasta la isla donde puedes perderte unas cuantas horas paseando. Los templos son antiguos y hermosos, con mucha madera y vistas estupendas. Hay estatuas, dragones y toriis por todos lados y con suerte, con marea baja, puedes zambullirte y ver el enorme tori rojo desde mas cerca.