El Mar de los Sargazos
El Mar de los Sargazos es único entre los mares. Conocido con el sobrenombre de «El desierto flotatante», se hizo célebre universalmente gracias al escritor Julio Verne. En su novela «Veinte mil leguas de viaje submarino», Verne narra como el capitán Nemo, a bordo del Nautilus, cruza este insólito mar.
Su peculiaridad consiste en que no está delimitado por costa alguna, sino por el propio Océano Atlántico. El Mar de los Sargazos se sitúa entre las Indias Occidentales y las Azores, ocupando una superficide de unos 3 millones de kilómetros cuadrados. Este mar flotante tiene forma oval y va moviéndose en sentido de las agujas del reloj, muy lentamente. Sus aguas son templadas y cristalinas, destacando por su elevado contenido en sal.
Sus aguas están cubiertas por una alfombra de algas. De hecho, el nombre de Sargazos proviene de la palabra portuguesa «sargaco», que significa «uva», dada la similitud que encontraron los antiguos marinos portugueses entre esta fruta y el color y forma de las algas.
Estas plantas son el hábitat perfecto para muchas especies marinas. Bajo su superficie viven y se alimentan gambas, cangrejos y una gran diversidad de peces. De hecho, estas algas crecen bajo la superficie y llegan a alcanzar los 5 kilómetros de profundidad. ¿Que cómo sobreviven estas algas en este mar? Pues gracias a la Corriente del Golfo, que arrastra nutrientes y que quedan atrapados por esta alfombra marina.
Otro hecho sorprendente que ocurre en el Mar de los Sargazos tiene que ver con las anguilas. Estos animales viajan miles de kilómetros atravesando el océano (desde América del Norte y de Europa), sólo para aparearse y desovar entre sus algas. La reserva de alimento y la seguridad que proporciona este hábitat, es ideal para el desarrollo de su progenie. Una vez que han cumplido su misión, regresan a sus lugares de origen.
Se cuenta que cuando Colón cruzó el Atlántico y se encontró con el Mar de los Sargazos, creyó que era una isla. Debido a que en esa zona el viento es muy flojo y el mar suele estar en calma, se llegó a creer que la causa de que los barcos encallaran era debido a que quedaban atrapados por las algas. Pero no es así.
Las extrañas desapariciones del Triángulo de las Bermudas tienen su origen aquí, en este mar. La desaparición de la embarcación Rosalie, en el año 1840; o el misterio del barco alemán Meta, que se encontró desierto y a la deriva en sus aguas, en 1881, y alguno que otro más. Más tarde, estas inquietantes historias pasarían de suceder en el Mar de los Sargazos al Triángulo de las Bermudas. Cosa nada curiosa si tenemos en cuenta que éste último se encuentra dentro del primero.
Foto Vía: floridasportfishing
Interesante los datos literarios e històricos.
Por otro lado, es el unico lugar donde e leido que éste se mueve en sentido de las agujas del reloj.
Qué extraño. En uno de mis cuentos titulado «Fiesta electoral» -no sé porque peregrina circunstancia-, mencioné éste mar. Ahora caigo en la cuenta que, antes que yo, hablaron de él Julio Verne y Ernesto Sábato.
Pues, ahora que lo mencionas, si que es curioso que aparezca esta peculiar área marina en un cuento con ese título. Supongo que con algo lo habrás vinculado. Aunque, sinceramente, me cuesta imaginar con qué.
De todos modos, Carlos, agradecemos la visita a este blog y esperamos que no sea la última.
Saludos!