El archipiélago de San Kilda

San Kilda

La que está considerada como la parte más aislada de todas las Islas Británicas resulta ser un archipiélago situado en el Atlántico Norte, al oeste de las Islas Hébridas, y que recibe el nombre de San Kilda.

Está conformado por islas de origen volcánico y de un carácter muy abrupto, siendo las principales las de Boreray, Soay, Dun y Hirta.

La superficie total del archipiélago alcanza las 840 hectáreas. Como curiosidad, en él también podemos encontrar diversas “estacas”, que son pilares verticales de roca que han surgido en medio del mar; de todas ellas, las más altas son las de An Armen y Lee, con cerca de los 200 metros de altura.

Por lo que respecta a su fauna, cabe destacar las grandes colonias de aves, entre las que se pueden encontrar especies raras que habitan en sus acantilados; esto, ha hecho que la UNESCO la haya incluido en la lista de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 1986. Además, en ella también se pueden ver algunas subespecies endémicas, como el ratón de campo de San Kilda y el chochín de San Kilda.

En cuando al nombre de la isla, lo cierto es que aún hoy en día existe cierta polémica al respecto. Comprobado que no existe ningún santo con ese nombre, puede que provenga del nórdico antiguo (“sunt kelda”) y signifique “fuente dulce” o también que haya derivado de San Hirta o San Hilda.

De todos modos, se cree que el archipiélago está habitado desde la época prehistórica y fue en 1930 cuando sus últimos habitantes fueron evacuados hasta Escocia. En la actualidad, en Hirta (que es la isla principal) tienen su base diversos destacamentos militares, así como por científicos dedicados al estudio de la fauna loca.

Igualmente, en nuestros días el archipiélago es propiedad del National Trust for Scotland.

Foto Vía: Evrim Çaliçkanlan

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